Categoría | Estudios peruanos |
ISBN | 9789972976582 |
Peso | 1.45 |
Idioma | Español |
Editorial | Graph Ediciones |
Autor | VV.AA. |
Editor | Pancorvo Pasara, Anel |
Tapa | Cartoné |
Año | 2006 |
Ciudad | Lima |
Páginas | 202 |
El libro pretende darle la debida importancia a uno de los mayores vestigios del Imperio Incaico, considerado como una de las obras de arte más peculiares y sorprendentes realizadas en el antiguo Perú. Asimismo representa un homenaje a nuestros ancestros y sus dioses.
Si bien el escenario arquitectónico que presenta es soberbio, e ideal para la exploración de las prácticas de planificación y diseño de los Incas, Ollantaytambo tiene el privilegio de ser el mejor ejemplo de cómo un pueblo andino ha logrado sobrevivir al planeamiento Inca. Donde no sólo el diseño prehispánico de la ciudadela se confunde con el actual plan urbanístico, sino que además sus habitantes son en muchos casos descendientes directos de la nobleza incaica. Una población que aún vive en los aposentos de la época imperial, y que han permanecido sin cambios, tal como fueron siglos atrás. A partir de ellos uno puede hacerse la idea del estilo de vida y condiciones que disfrutaron los sujetos privilegiados de entre los Incas. Otro detalle excepcional del área, y del complejo en general, es el constante fluir del agua. Una extensa red de canales proporciona, desde tiempos inmemorables, agua pura para el uso indiscriminado de su pueblo, otorgándole a Ollantaytambo un sonido y energía particular: un mantra que envuelve la cotidianidad, junto al olor de muña, leña,
Sin embargo, lo que más atrae al centenar de visitantes que a diario recibe Ollantaytambo, es su área ceremonial y el despliegue de sus mejores logros; basados en la agricultura, astronomía y trabajo individual de la piedra. Estos triunfos que hicieron del Tawantinsuyo el mayor imperio de América, nos permiten revivir de la imaginación a aquellos hombres que se decían hijos del Sol .
Y es así que mientras el rojo intenso de los ponchos predomina, el quechua domina la situación, el dinero poco sirve y la confianza resulta primordial. Ollantaytambo siempre será un rincón para soñar, cuidar y exportar como una joya ancestral.