En Europa, el par problema/solución determinó la historia del nombre judío. El nazismo no hizo más que desplegar la última de sus formas. Europa no puede fingir ignorancia. Menos aún cuando su unificación, que tanta admiración ha suscitado, es consecuencia directa de la operación hitleriana. Porque es preciso concluir. En el espacio que Hitler dominó, vale decir, sobre casi toda la Europa continental, el exterminio de los judíos fue llevado a cabo. Aquello que desde 1815 los expertos políticos consideraron un problema difícil de resolver, simultáneamente desapareció: se hizo humo. Las cosas serias podían comenzar.