Durante la ocupación de París, hubo gente que vivió como si la ciudad fuera una fiesta. Entre ella, mujeres codiciadas y exóticas que, sin escrúpulos, disfrutaron de una vida "glamorosa" a costa del dinero, la libertad e incluso la vida de otros.
Durante la ocupación de París, hubo gente que vivió como si la ciudad fuera una fiesta. Entre ella, mujeres codiciadas y exóticas que, sin escrúpulos, disfrutaron de una vida "glamorosa" a costa del dinero, la libertad e incluso la vida de otros.