Categoría | Edad moderna |
ISBN | 9788446027485 |
Peso | 0.53 |
Idioma | Español |
Editorial | Akal |
Autor | Prodi, Paolo |
Tapa | Rústica |
Serie | Akal Universitaria |
Traductor | Juncosa I Bonet, Eduard |
Año | 2010 |
Ciudad | Madrid |
Páginas | 390 |
A lo largo de la primera Edad Moderna, el papado desarrolló un papel fundamental en la política europea y en la construcción del Estado moderno. Una estructura que se mantenía como un embarazoso residuo de la época precedente y contra la cual tuvieron que enfrentarse los nuevos organismos políticos si querían afirmar su soberanía delante de cualquier pretensión de poder con vocación universal. La figura del papa-rey, con la simbiosis entre sacralidad y poder, ha proporcionado importantes elementos para la elaboración de una nueva síntesis política. Si por una parte el papado, al concentrar el poder espiritual y temporal en la figura bifronte del pontífice, transpone continuamente elementos sacros sobre el plano de las estructuras estatales y elementos estatales sobre el plano eclesiástico, retorciéndose así en una espiral de decadencia; por la otra, la monarquía papal ofrece al Estado moderno el modelo para incorporar la religión en el interior de la política y para construir las modernas Iglesias territoriales. Ésta es la herencia que -como muestra Prodi en este brillante y ya clásico estudio? el papado de la primera Edad Moderna ha dejado a la Iglesia y al Estado de los siglos sucesivos, hasta nuestros tiempos.