Categoría | Latinoamérica |
ISBN | 9788439743330 |
Peso | 0.50 |
Idioma | Español |
Editorial | Literatura Random House |
Autor | Guebel, Daniel |
Tapa | Rústica |
Año | 2024 |
Ciudad | Barcelona |
Páginas | 320 |
Guebel le da movimiento a la vida palaciega del Versalles de Luis XIV en una delirante novela epistolar llena de intriga, traición y erotismo.
«Guebel es genial, nunca ingenioso. Es el mejor novelista de su –mi– generación. El más monolítico, monolingüe y leve de nuestros grandes autores». Luis Chitarroni
El rey y el filósofo arranca con un contrapunto delirante entre el Rey Sol de Francia y el filósofo Gottfried Leibniz en el escenario esplendoroso de Versalles. Nombrado embajador del Imperio Romano Germánico, el filósofo Gottfried Leibniz llega a Francia con una misión: convencer a Luis XIV de invadir Egipto. Sin embargo, aturdido por el teatro de extravagancias de la corte, su determinación va debilitándose poco a poco. El Rey lo evade por los pasadizos secretos y los salones de Versalles, lo embota con manjares, lo escandaliza con insinuaciones libertinas y lo involucra en intrigas palaciegas que amenazan con guerras, crímenes reales y matrimonios fantásticos.
Esta novela divertida, inteligente y vertiginosa se estructura en torno a cartas, informes de inteligencia y comunicaciones diplomáticas. Variopintos personajes históricos cruzan con gracia los majestuosos jardines, disfrutan de las descomunales puestas teatrales o se pierden en los salones del palacio lleno de pulgas y piojos. Cuando finalmente Leibniz y Luis XIV se encuentren, compartirán la conversación íntima, la perplejidad existencial, la exploración científica y los universos metafísicos, mientras mueven sus piezas en el juego diplomático que determinará el destino de Oriente y Occidente.
Daniel Guebel, el más admirado novelista argentino de su generación, con su potencia literaria y descarada ironía, hace estallar la exuberante arquitectura barroca —caprichosa y genial— de la mente del hombre de poder.
Reseñas:
«Escrito de forma epistolar entre una buena cuadrilla de personajes, la acción establece, en su primera parte, sus propias condiciones de escritura y lectura y son geniales. Es divertido, inteligente, talentoso al saber vertebrar una narración con solo unas cuerdas, poleas y un lenguaje rico, sesudo, con sentido tanto literario como narrativo».
Carlos Zanón, Babelia