Con un físico flexible y elegante, unas costumbres limpias, silencioso, independiente, cariñoso, juguetón... ¿qué más queremos? El gato es todo y más. Hace compañía, pero no agobia; puede vivir en un piso sin necesidad de salir de él; limpio y aseado, jamás huele; no hace ruido; su mayor felicidad es ronronear entre nuestras piernas y 'distraernos' alguna golosina.