En el Quebec de los años 50, franceses e ingleses se toleran a duras penas; tal como sucede entre los padres de Maggie. El padre de Maggie es un angloparlante con grandes ambiciones para su hija que no incluyen un matrimonio con Gabriel Phénix, un joven francés y pobre que vive en la granja de al lado. Sin embargo, el corazón de Maggie le pertenece por completo. Cuando queda embarazada a los quince años, sus padres la obligan a dar a la pequeña Elodie en adopción y a «reencaminar» su vida. Elodie crece en el empobrecido sistema de orfanatos de Quebec. Su existencia es bastante inestable y da un giro trágico cuando ella y miles de huérfanos en la provincia son declarados enfermos mentales como consecuencia de una nueva ley que provee más fondos para los hospitales psiquiátricos que para los orfanatos. Tras soportar un terrible maltrato por parte de las monjas, Elodie finalmente consigue su libertad a los diecisiete años y sale a un mundo desconocido y, con frecuencia, desconcertante.