CONTRIBUCIÓN SOBRE LA REVOLUCIÓN FRANCESA

S/ 99.00 99.0 PEN S/ 99.00

S/ 99.00


Esta combinación no existe.

Añadir a la cesta

Compartir este producto:
Categoría Filosofía
ISBN 9788412822731
Peso 0.47
Idioma Español
Editorial Laetoli
Autor Fichte, Johann Gottlieb
Tapa Rústica
Serie Los ilustrados
Traductor Solé, María Jimena
Año 2024
Ciudad Pamplona (Navarra)
Páginas 342

"Revolucionario confeso" para el duque Carlos Augusto de Sajonia, "enemigo del trono y del altar" para sus adversarios reaccionarios, "ateo" para muchos de sus colegas hostiles, "masón", "demócrata", todo ello es Johann Gottlieb Fichte. Esta Contribución sobre la Revolución francesa está escrita contra los "sofistas de Alemania", los contrailustrados y retrógrados en la estela conservadora germana de Edmund Burke. La Revolución francesa va a la par de la Revolución filosófica, primero kantiana y después fichteana. La causa revolucionaria es, en el fondo, la causa de la filosofía.

"Contra el primer mal, contra los prejuicios y la apatía de espíritu, hay un remedio: la instrucción y la ayuda amistosa. Quisiera ser un amigo para quienes lo requieran y no tengan cerca ninguno mejor. Ese es el motivo que me llevó a escribir estas páginas" (J. G. Fichte).

"Fichte, en la etapa en que se incubó el escrito aquí traducido y en la que abrazó eufóricamente la causa ilustrada y revolucionaria, no cejó nunca en su empeño de rectificar juicios infundados de ancestros o coetáneos e incluso de autocorregir sus errores. Pocos como él sometieron la propia cosecha a una revisión tan constante como implacable, puliendo su estilo y desbastando su pensamiento sin darse tregua" (del epílogo de Faustino Oncina).

"Quizás el capítulo más importante de este libro sea el tercero, que lleva el título '¿Es el derecho a modificar la constitución alienable mediante el contrato de todos con todos?'. Fichte responde alegando que un contrato no es vinculante eternamente. Los individuos aún tienen la opción de derogar el contrato original [...]. Es una reflexión con aplicaciones interesantes en la España actual. Hace más de cuarenta años se formó un nuevo contrato social. Bajo ese contrato, España sería una monarquía parlamentaria. En vista de que se procedía de un momento en el que un dictador gobernaba sin consideración de contratos sociales (el ser “caudillo de España por la gracia de Dios” no contempla ninguna de esas linduras), acceder al contrato bajo aquellas condiciones monárquicas era bastante prudente, pues era necesaria una transición para apaciguar a muchos trogloditas. Pero pasados ya casi cincuenta años, llega el momento de preguntarse si esa transición es ya caduca. Hoy en España muchos se plantean una nueva forma de Estado, posiblemente ya sin un rey. Tal como Fichte lo deja entrever en Contribución sobre la Revolución Francesa, es razonable pensar que el contrato firmado hace más de cuatro décadas no es indisoluble, y si una mayoría opta por salirse de ese contrato original para conformar uno nuevo, tendría legitimidad en ese cometido" (Gabriel Andrade)