¿Qué han dejado Hora Zero y el Infrarrealismo, esas tribus o bandas rockeras de obstinado alegato contra la poesía canónica de sus respectivos países, Perú y México, hace 45 años?
En un tiempo de duelo e indignación, estos movimientos siguen vigentes, cosidos a la misma estrella utópica de una próxima transformación radical de la humanidad, cuando la poesia, no solo como escritura, sea por fin una forma de ser.