ISBN | 9786124615559 |
Peso | 1.40 |
Idioma | Español |
Editorial | Grijley |
Autor | Carrión Lugo, Jorge |
Tapa | Rústica |
Año | 2012 |
Ciudad | Lima |
Páginas | 488 |
Nos encontramos, en suma, en presencia de una obra muy bien sistematizada, que conjuga el rigor expositivo y la erudición jurídica, fruto del profundo conocimiento que tiene el autor sobre el tema, con la sencillez expositiva del docente universitario. Ello es comprensible si consideramos que el autor, como Vocal Supremo de la Sala Civil de la Corte Suprema, fue quien inició la labor fundacional de la judicatura casatoria. Como dice Juan Monroy Gálvez, otro insigne procesalista nacional, al prologar la primera edición de esta obra: «se trata sin duda de un ejemplo que va a ser seguido por un número creciente de jueces que, contra lo que suele opinarse, tienen información privilegiada que compartir, o sea, enseñar». Que así sea por el bien de nuestra patria.
Aníbal Torres Vásquez
Profesor de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos
Ex Decano del Colegio de Abogados de Lima
La presente obra se inscribe con claridad en esa ruta fundacional de los estudios procesales del país. Si tal actividad es de por sí un mérito destacadísimo, éste se ve acrecentado por el hecho singular de que el autor es además de enterado y experimentado profesor universitario, un destacado juez nacional.
El profesor Carrión Lugo ha vivido una experiencia muy particular; siendo juez de segunda instancia debió cubrir provisionalmente una vacancia en la Sala Civil de la Corte Suprema de Justicia, precisamente en los días en que entró en vigencia el Código Procesal Civil, el que convirtió a la citada Sala en una Corte de Casación. Fue en tal circunstancia que don Jorge asumió con entusiasmo, entrega y dedicación esta labor fundacional de la judicatura casatoria […].
Cuando el juez nacional sólo recibe incomprensión y críticas acerbas por parte de la comunidad nacional […] aparece esta respuesta de un juez peruano que enfrenta a los delimitadores de un mejor destino para el servicio de la justicia nacional, a fin de demostrarles con su trabajo intelectual que los jueces nacionales están pensando, actuando y resolviendo. […] Se trata sin duda de un ejemplo que va a ser seguido por un número significativo de jueces que, contra lo que suele opinarse, tienen información privilegiada que compartir, o sea, enseñar.
Juan Monroy Gálvez
Profesor de la Pontificia Universidad Católica del Perú