Los superhéroes no son seres todopoderosos, al estilo del dios judeocristiano. De hecho, tienen sus flaquezas y sus debilidades, incluso muchas veces su soberbia y vanidad, cuando no sus trastornos y condiciones especiales, los lleva al fracaso para ahondar conflictos narrativos y hacer de los argumentos un ejercicio de especulación y expectativa. Sabido es que los superhéroes solo sobresalen en un aspecto y esta fortaleza es su marca. Como más de uno ha dicho: «Los superhéroes cautivan nuestra imaginación con sus habilidades sobrehumanas». Este libro es una muestra más de ello, pero desde un registro que escapa a la espectacularidad del cine con sus maravillosos efectos especiales, así como a las coloridas onomatopeyas que se desbordan de las viñetas de los cómics. Aquí solo se decantan épicas historias protagonizadas por seres admirables que superan nuestra lógica... y eso es bastante.