Categoría | Filosofía |
ISBN | 9788483193082 |
Peso | 0.35 |
Idioma | Español |
Editorial | Catarata |
Autor | Anders, Günther |
Tapa | Rústica |
Año | 2007 |
Ciudad | Madrid |
Páginas | 168 |
Filosofía de la situación fue el nombre con el que Günther Anders definió su obra, a través de la cual intentó comprender el mundo que se inició el 4 de agosto de 1945 con el lanzamiento de la bomba atómica. Escribió intentando integrar los conocimientos derivados de la fenomenología, el marxismo y la Escuela de Frankfurt con la observación minuciosa de los acontecimientos que sucedían en el tiempo que vivió. Puesto que el peligro de la destrucción del mundo y del ser humano era ya un hecho, consideró que los libros y artículos debían ser accesibles a todos y los organizó en la forma de proposiciones razonadas, ejemplos y tesis. Sus indagaciones en el sistema social salido del llamado “progreso” capitalista y la metamorfosis del “alma” humana (intelecto, sensibilidad e imaginación) le impulsaron a poner en juego categorías y conceptos, como el de obsolescencia, principio de la máquina, ley de la desproporción, o vergüenza prometéica, con los que entender nuestro tiempo.
Filosofía de la situación fue el nombre con el que Günther Anders definió su obra, a través de la cual intentó comprender el mundo que se inició el 4 de agosto de 1945 con el lanzamiento de la bomba atómica. Escribió intentando integrar los conocimientos derivados de la fenomenología, el marxismo y la Escuela de Frankfurt con la observación minuciosa de los acontecimientos que sucedían en el tiempo que vivió. Puesto que el peligro de la destrucción del mundo y del ser humano era ya un hecho, consideró que los libros y artículos debían ser accesibles a todos y los organizó en la forma de proposiciones razonadas, ejemplos y tesis. Sus indagaciones en el sistema social salido del llamado “progreso” capitalista y la metamorfosis del “alma” humana (intelecto, sensibilidad e imaginación) le impulsaron a poner en juego categorías y conceptos, como el de obsolescencia, principio de la máquina, ley de la desproporción, o vergüenza prometéica, con los que entender nuestro tiempo.