Categoría | Contemporánea |
ISBN | 9788433980953 |
Peso | 0.40 |
Idioma | Español |
Editorial | Anagrama |
Autor | Volckmer, Katharina |
Tapa | Rústica |
Serie | Panorama de narrativas |
Traductor | Pellisa, Inga |
Año | 2021 |
Ciudad | Barcelona |
Páginas | 144 |
Una novela provocadora, desternillante e incómoda sobre la identidad nacional, la identidad sexual y el pene de Hitler.
Una joven alemana residente en Londres acude a la consulta de su médico, el doctor Seligman. Durante la visita empieza a hablar y sigue hablando y no para de hablar... El resultado es un torrencial monólogo en el que la chica habla sin tapujos mientras el médico la examina y ella ve tan solo la parte superior de su cabeza.
A medida que avanza el parlamento, el lector irá descubriendo que el doctor Seligman es judío y que la narradora siente necesidad de sincerarse con él como alemana indignada por cómo manejan el pasado sus compatriotas. Esa indignación la llevó a poner tierra por medio, aunque ahora ha tenido que regresar por la muerte de su abuelo. Pero la incomodidad que siente se extiende también a su condición de mujer, y su relato aborda asimismo los roles establecidos, la percepción que tiene de su cuerpo, la fuerza del deseo, sus conflictos con la identidad y la sexualidad o las fantasías que recorren su mente. La joven habla también sobre la presencia abrumadora de las madres o sobre las transformaciones físicas entendidas como reparación histórica, y se pierde en impagables divagaciones a propósito del pan alemán y su relación con el sexo oral o de los estrambóticos usos –también sexuales– de la cola de una ardilla. Y así, hablando y hablando, se acabará desvelando el verdadero motivo de su visita médica...
Un debut sin pelos en la lengua, que provoca la carcajada a la vez que incomoda por su tono vehemente y visceral, no muy alejado del de Thomas Bernhard, con el que la autora comparte contundencia y mala baba. En La cita, Katharina Volckmer retrata a una joven que realiza un mordaz ajuste de cuentas con la herencia recibida, con su género y consigo misma, y al hacerlo logra un texto de lectura trepidante, de un humor subversivo y muy negro, que no deja a nadie indiferente.